Próxima a la estación de Waterloo hay una callecita que conserva parte del carácter y esencia de tiempos pasados. Los bares de moda se entremezclan con los de siempre; durante la semana es fácil ver a trabajadores de la zona haciendo cola para comprar su lunch cotidiano, y los fines de semana, a turistas en los cafés y restaurantes con cocina variada.
1. Opciones ‘gastro’
La pequeña Lower Marsh, a apenas 15 minutos andando del Big Ben, está llena de opciones gastronómicas, pero hay algunos clásicos que no se deben dejar de probar. El Maries Thai Cafe es una institución en el barrio de Waterloo, un lugar en el que tomarse un auténtico desayuno inglés o una deliciosa y abundante ración de comida tailandesa a precios populares. Situado al final de la calle está el restaurante Cubana, donde la ropa vieja es el plato estrella.
2. Leake Street
Hacia mitad de la calle espera una sorpresa: la entrada a Leake Street, conocida como túnel de los grafitis o Banksy Tunnel. Bajo las vías del tren de Waterloo y con 300 metros de longitud, es el único lugar de Londres en el que se puede pintar sin permisos. En 2008, el propio Banksy organizó un evento secreto, el Festival de Cans, al que invitó a artistas urbanos de todo el mundo a plasmar sus obras en las paredes.
3. Mercado Lower Marsh
Este vibrante mercado del centro de la capital británica remonta sus inicios a principios del siglo XIX — presumía de ser el mercado callejero más largo del Reino Unido—. Ofrece ropa, fruta y vegetales, o un puesto enorme de vinilos en el que casi seguro se encuentra alguna ganga. Pop, rock, jazz, blues…, un auténtico paraíso para quienes buscan algo especial. Es conocido también por su comida callejera, donde uno se traslada a Japón con un bol de arroz teriyaki, a Oriente Próximo con sus famosos wraps de falafel, puede probar la comida griega o la auténtica cocina polaca. Se puede comer en las mesas de madera repartidas a lo largo de la calle.
4. Teatros Old Vic y Young Vic
Al final de Lower Marsh, en Waterloo Road, está el teatro Old Vic. Inaugurado en 1818, ha pasado por varias reformas y cambios de nombre desde entonces. A principios de los noventa, se hizo mundialmente conocido por la exhibición de varias obras de William Shakespeare, y más recientemente, cuando el actor estadounidense Kevin Spacey se convirtió en su director artístico en 2003, un cargo que ocupó durante 13 años. De este escenario han salido grandes intérpretes británicos, como Maggie Smith o Judi Dench.
5. Para tomar una copa
El Vaulty Towers (en el número 34 de la calle) es un lugar perfecto para tomar un Espresso Martini de barril o, si se es más convencional, optar por la clásica pinta. Este pub tiene dentro una casa en un árbol, taburetes de distintas alturas, una enorme media luna y rincones secretos de lo más excéntricos, incluso para encontrarse en la capital británica.
6. Descanso en Waterloo: Millennium Green
Si tras una mañana callejeando por el barrio apetece un poco de tranquilidad, qué mejor que cruzar la calle para descansar en el Waterloo Millennium Green. Este pequeño parque, a escasos metros de Lower Marsh, se mantiene gracias a la participación de la comunidad vecinal. Si se viaja con niños es uno de los lugares perfectos para huir un rato del bullicio de la ciudad y para que los adultos se relajen. También se ve a muchos asistentes al teatro Old Vic esperando a que empiece su representación. Si el tiempo acompaña, se puede improvisar aquí un almuerzo con alguna de las viandas que se hayan comprado en los puestos del mercado.
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